Impugnar un testamento es un procedimiento legal que permite cuestionar la validez de la última voluntad de una persona fallecida cuando se sospecha que no refleja realmente sus deseos o que vulnera los derechos de algún heredero legítimo.
Sin embargo, en la práctica, la impugnación del testamento es un proceso que requiere conocer con precisión las causas justificadas, el procedimiento a seguir y entender las consecuencias jurídicas que puede conllevar. A continuación, analizaremos en profundidad cada uno de estos puntos.
¿Cuándo se puede impugnar un testamento en España?
No se puede impugnar un testamento simplemente porque un heredero no esté conforme con su contenido. Para que una impugnación prospere, debe existir una causa legal que justifique su nulidad o anulabilidad:
1. Falta de capacidad mental del testador
Una de las causas más frecuentes de impugnación es la falta de capacidad mental del testador en el momento en que otorgó el testamento. Según el artículo 663 del Código Civil (CC), el testador debe tener plena capacidad mental para testar, lo que implica conciencia y libertad de decisión. Si al otorgar testamento el testador padecía una enfermedad mental grave o un deterioro cognitivo severo (por ejemplo, Alzheimer avanzado), existe fundamento legal para cuestionar su validez.
Será necesario, por tanto, demostrar médicamente y con informes periciales que esa incapacidad existía claramente en el momento de otorgar el testamento.
2. Vicios del consentimiento: Error, violencia o dolo
El artículo 673 del CC contempla los vicios del consentimiento (error, violencia o dolo) como causas válidas para impugnar un testamento. Si se demuestra que el testador hizo el testamento bajo amenazas, coacción, engaño o manipulación, este puede ser impugnado.
Así, si alguien manipula o presiona psicológicamente al testador para beneficiarse injustamente de su herencia, existiría violencia o dolo. Asimismo, el error se produce cuando el testador realiza disposiciones testamentarias basadas en una falsa creencia determinante.
Por ejemplo, una cuidadora convence a un anciano de que desherede a sus hijos y la nombre heredera. Los hijos pueden impugnarlo alegando manipulación.
3. Incumplimiento de formalidades legales
El testamento debe cumplir unos requisitos legales de forma y contenido. Si no se respeta lo establecido en el CC, el testamento puede ser declarado nulo.
Cada tipo de testamento deberá cumplir sus propios requisitos para considerarse válido:
- Testamento ológrafo (escrito de puño y letra del testador): debe estar fechado y firmado. Si tiene tachaduras o no es completamente autógrafo, puede impugnarse.
- Testamento notarial: Debe ser otorgado ante notario y cumplir con todos los requisitos legales, como, cuando se requiera, la presencia de testigos.
- Testamento en peligro de muerte: Debe ser confirmado notarialmente en un plazo de tres meses desde el fallecimiento, según el artículo 703 del CC.
Por ejemplo, un testamento ológrafo con errores en la fecha podría ser declarado nulo por no cumplir los requisitos de forma.
4. Vulneración de la legítima
La legítima es la parte de la herencia que la ley reserva obligatoriamente a ciertos herederos, conocidos como herederos forzosos. Según el artículo 807 del CC, los herederos forzosos son:
- Los hijos y descendientes.
- En ausencia de hijos, los padres y ascendientes.
- El cónyuge viudo (con limitaciones).
Si un testamento deja a los herederos forzosos sin su legítima, pueden impugnarlo.
Por ejemplo, un padre deja toda su herencia a un amigo, excluyendo a su hijo. El hijo puede impugnarlo y reclamar su legítima.
5. Desheredación injustificada
Los artículos 848 y siguientes del CC permite impugnar también una cláusula testamentaria específica, como la desheredación. Esta solo es válida si concurre alguna de las causas previstas por la ley, como maltrato físico o psicológico, injurias graves o abandono. De no existir pruebas suficientes, podría ser impugnada con éxito por el heredero afectado.
¿Quién puede impugnar un testamento?
Podrán hacerlo aquellas personas que tengan un interés legítimo en la sucesión, esto es, los herederos forzosos, así como cualquier persona que resultara beneficiaria si el testamento fuera declarado inválido.
Por ejemplo, si en un testamento se deja toda la herencia a una persona desconocida y se excluye a los hijos sin motivo justificado, estos podrían impugnarlo para reclamar su legítima. Del mismo modo, un sobrino que heredaría en caso de que el testamento se anulara también podría impugnarlo si sospecha que fue otorgado bajo coacción o manipulación.
¿Cuál es el procedimiento para impugnar un testamento?
El proceso de impugnación de un testamento sigue los siguientes pasos:
1. Obtener una copia del testamento
El primer paso es solicitar una copia autorizada del testamento en la Notaría donde se otorgó. Para ello, es necesario pedir el certificado de últimas voluntades en el Registro General de Actos de Última Voluntad.
2. Interposición de demanda y pruebas
El proceso se inicia interponiendo una demanda ante el Juzgado de Primera Instancia del lugar donde falleció el testador. En esta demanda debe indicarse claramente el motivo concreto de la impugnación y acompañarse las pruebas pertinentes que acrediten los hechos alegados. Se necesita abogado y procurador.
Entre las pruebas más comunes encontramos:
- Informes médicos periciales sobre la capacidad del testador.
- Testimonios de testigos que acrediten hechos relacionados con vicios del consentimiento.
- Documentos notariales que puedan evidenciar irregularidades formales.
Por ejemplo, si se alega que el testador tenía demencia, se puede presentar un informe médico que lo acredite.
3. Celebración del juicio y sentencia
Tras admitirse a trámite la demanda, se celebrará una audiencia previa y posteriormente el juicio oral. Durante este proceso, cada parte aportará las pruebas que considere oportuno.
Finalmente, el juez dictará sentencia determinando la validez o nulidad del testamento. La sentencia podrá ser recurrida mediante apelación ante la Audiencia Provincial correspondiente.
Consecuencias jurídicas de la impugnación testamentaria
Las consecuencias jurídicas dependerán del resultado del proceso judicial:
1. Declaración de nulidad total del testamento
Si la sentencia declara la nulidad del testamento, este quedará sin efecto, pasando a aplicarse el testamento anterior válido (si existiera) o, en ausencia de este, la sucesión intestada prevista en los artículos 912 y siguientes del CC.
2. Declaración de nulidad parcial
Si solo se anula una cláusula concreta (por ejemplo, una desheredación injustificada), esta disposición será excluida, manteniéndose el resto del testamento intacto. El heredero previamente excluido recuperaría sus derechos legítimos.
En conclusión, impugnar un testamento puede ser esencial para proteger derechos legítimos. Sin embargo, conviene valorar detenidamente la existencia de causas válidas, recopilar pruebas sólidas y asesorarse adecuadamente desde el inicio.
Ante la menor sospecha de irregularidades, lo recomendable es consultar a abogados especialistas en Derecho sucesorio que analicen la viabilidad jurídica del caso, evitando situaciones costosas y perjudiciales.